15 de noviembre de 2010

CÓRDOBA: EX CAPITÁN ACUSADO POR LA DESAPARICIÓN DE UN SOLDADO.

Ex capitán acusado por la desaparición de un soldado

Un ex oficial que vive en Toay es uno de los procesados por la justicia federal cordobesa junto con el ex capitán Vergez por delitos de lesa humanidad, a raíz del secuestro y desaparición de un conscripto en el año 1976.
NORBERTO G. ASQUINI
El ex capitán del Ejército Abelardo Ramos Monso, un ex oficial que vive actualmente en Toay, fue procesado por la justicia cordobesa junto con otros 48 militares, en una causa por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar en esa provincia. La resolución la tomó el juez Alejandro Sánchez Freytes, titular del Juzgado Federal Número 3 de Córdoba, que dictó el procesamiento a los ex uniformados acusados en tres causas distintas de haber cometido homicidios, torturas y privaciones ilegales de la libertad antes y durante el último gobierno de facto.
Entre los procesados está Luciano Benjamín Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, y el ex capitán Héctor Pedro Vergez, oriundo de Victorica. Ramos Monso está acusado de haber participado en el secuestro y desaparición de un soldado que prestaba servicio bajo sus órdenes en 1976.

La causa.
Ramos Monso fue imputado en los autos caratulados "Romero, Héctor Raúl y otros p.ss.aa. homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad agravada y tormentos agravados", en el expediente 17.204, que se puede consultar en el Centro de Información Judicial. Allí se investiga la privación ilegítima de la libertad, tormentos y homicidios de 107 víctimas, las que en su mayoría a la fecha se encuentran desaparecidas. Los secuestros datan de los años 1976 y 1977.
Según figura en la causa, Ramos Monso es argentino, nacido el 28 de diciembre de 1947, y domiciliado actualmente en calle Hornero 5.221 de Toay, La Pampa, sin antecedentes penales. Es el esposo de la titular de la Asesoría de Menores, María Cristina Funes.
Según informes, el ex oficial hizo su "especialización" en la Escuela de Inteligencia de donde egresó en 1979 y por lo dispuesto en el Boletín Militar número 4.851, fue asignado al destacamento de Inteligencia de Misiones.
Ramos Monso era el segundo oficial con el grado de teniente, en 1976, de la Compañía Policía Militar 141 dependiente del Cuerpo de Ejército III. El ex capitán fue procesado como "presunto autor mediato del delito de privación ilegítima de la libertad agravada (conf. art. 45, 55, 144 bis inc. 1º con la agravante prevista en el último párrafo de la norma que remite al art. 142 inc. 1 del Código Penal vigente al tiempo de los hechos) en perjuicio de José Antonio Brizuela Córtez (hecho nominado cincuenta y cinco) conforme a lo dispuesto por el art. 306 y 312 y sgtes. del CPPN".

El "escuadrón perdido".
José Antonio Brizuela Córtez fue un conscripto que integra "El Escuadrón Perdido", como denominó el abogado José Luis D'Andrea Mohr a los militares que fueron desaparecidos durante la represión ilegal. Fue secuestrado en Córdoba el 12 de septiembre de 1976 cuando cumplía funciones en la Compañía de Policía Militar 141 y fue visto en el centro clandestino de detención La Perla.
Tenía 27 años y había pedido prórroga para poder terminar sus estudios de abogacía y cursaba ya el último año. Estaba casado con Luisa Inés Vilardo, tenían un hijo de un año y ella estaba embarazada de cuatro meses. El domingo 12 de septiembre de 1976, a las cinco y media de la mañana, José Antonio dejó durmiendo a su mujer e hijo y salió hacia el cuartel para cumplir con un servicio.
La esposa del conscripto denunció ante la Justicia que el 14 de septiembre se hizo presente en su domicilio una patrulla o comisión del Ejército que, "en razón de no encontrar a nadie en la casa, dejó un mensaje firmado por el teniente Ramos Monso para que el soldado Brizuela se presente en el cuartel. Al regresar a su domicilio, la denunciante se comunicó telefónicamente de inmediato con la unidad militar, siendo atendida por el suboficial de turno, quien le manifestó no comprender los motivos por los que la mujer efectuaba ese llamado, puesto que el soldado Brizuela figuraba con franco de servicio".
"A partir de ese momento fueron innumerables las comunicaciones tanto telefónicas como personales con los superiores de Brizuela. Así -en una de las pocas oportunidades en que fue recibida personalmente- el teniente Ramos Monso dijo que Brizuela se hizo encargar una comisión con el mayor de la Compañía aprovechando que faltaba el soldado estafeta, no habiendo regresado de esa comisión, que esto ocurrió el 14 de septiembre por la mañana. El teniente adujo que Brizuela había pretendido que le dieran el resto del día franco, pero que eso no correspondía puesto que había sido castigado por haberse dormido durante una guardia cumplida en el fin de semana. Ramos Monso le aconsejó que le dijera a su marido que se presente al cuartel porque había salido sin permiso, que no se le había ordenado ningún franco y que a los cinco días de abandono del Servicio Militar, se le tenía que iniciar sumario por desertor", indica la causa.

Partícipe.
La mujer fue atendida otras veces por distintos suboficiales que no se identificaron y que le dieron diferentes versiones: o bien que había salido a cumplir una comisión que no llevó a cabo y de la cual no regresó, o bien que había cumplido la comisión y luego había tomado franco de servicio no regresando al cuartel. En ningún caso las autoridades militares le brindaron explicaciones respecto a cuál era la comisión que se le había encargado, ni en qué lugar debía cumplirla o quién la había dispuesto. Habiendo solicitado que se realizara una investigación, se le contestó que la autoridad militar la practicaría de oficio, disuadiéndola de formular denuncia o presentación alguna.
El juez federal entendió que por "las pruebas colectadas" Ramos Monso tuvo participación en el accionar que se le endilga "con el grado de probabilidad exigida".
Un testigo, Cecilia Suzzara, recordó en la causa haber visto detenido en La Perla al soldado Brizuela, recordando que éste fue llevado a ese centro clandestino de detención, desde el lugar en el que cumplía el servicio militar obligatorio, es decir, desde el ámbito en el que la víctima se hallaba bajo la autoridad de Ramos Monso.

Declaración anterior.
Ramos Monso ya declaró a fines de septiembre de este año en Córdoba como testigo en otra causa por violaciones a los derechos humanos. Fue en la audiencia en el juicio en el que están procesados 31 represores por los fusilamientos en la Unidad Penitenciaria San Martín (UP1), cárcel cordobesa donde se alojaba a los presos políticos. Allí está acusado también Menéndez.
Ramos Monso afirmó en su declaración ante el Tribunal Oral Federal Número 1 que "en el año 1976, con el grado de teniente en la compañía 141 de la Policía Militar, era jefe de sección. El servicio duraba una semana, de relevo los días viernes. No sé si fui una vez o dos veces a la UP1."
"Mi jefe era Emilio Juan Huber, que tenía el grado de mayor. No me acuerdo haberlo visto en la Penitenciaría, pero cualquier novedad que yo tuviera tenía que comunicárselo a él", afirmó.
"Si se hizo algún traslado se hizo a espaldas mías. Me enteré por conocimiento público que habían muerto personas en traslados y me sorprendí mucho. Me enteré que habían fallecido dos internos, uno por arma de fuego y otro por hipotermia y que se responsabilizó al teniente Alsina. Me he interiorizado por internet lo de las audiencias de estos días. En aquel momento no sabía nada", indicó ante el juez. Alsina fue sancionado por la justicia militar a raíz de haber estaqueado, en un día frío de julio de 1976, y causado la posterior muerte por hipotermia al médico santiagueño René Moukarzel.
"Ese año pasé un mal año porque en lo personal estaba muy mal, me estaba separando, con dos criaturas muy chicas. Esto, que es muy doloroso para mí, estaba en un segundo plano. Lo que más me importaba era mi situación familiar, por eso puede ser que no haya prestado mucha atención a lo que estaba pasando", dijo.
Fuente:LaArena                                                                                   

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